Cumpliendo un sueño...

domingo, 27 de abril de 2014

Siempre se puede luchar.

Cuando la vida golpea,
y sientes desfallecer,
cuando la vida traiciona,
y ves caer tu mundo a los pies,
cuando la vida se ríe,
y te humilla una y otra vez,
cuando la vida te roba
y ves impotente lo cruel que es.

Ser fuerte no es optativo,
es obligación, determinación,
para poder seguir en esta lucha
que empieza al latir por primera
vez nuestro pequeño corazón.

Años andando y andando,
sin poder parar a descansar,
sin poder mirar ni tan sólo
un segundo al pasado, volver la vista atrás.
Ni un segundo de calma, de paz,
pues quedarse rezagado es un trampa,
una trampa de la que tal vez no salgas jamás.

Pero hay que ser valiente,
mirar a la cara al presente, al futuro,
mirar sin miedo a la incertidumbre,
a cualquier pequeño murmullo
de esa cosa tan extraña como es
la superación, la idea de vivir seguro,
de poder vencer la batalla, de poder
sentir un segundo de descanso,
de poder respirar profundamente,
de poder tener por un momento
un alma tranquila, sin miedo que amedrente.

Mirar la vida como un juego,
donde ganar o perder depende
de la única vida de la que dispones,
pensando que lo siguiente que verás
es un horrible y cruel game over,
donde perder tarde o temprano
se convierte en algo planeado
y de lo que tu mente ya dispone.

Pero jugar es divertido,
y tener miedo no tiene
valor ni sentido, porque
vivir encerrado es de cobardes,
y la vida sólo ofrece algo
a los valientes de sangre.

Cuando la vida golpea,
y sientes desfallecer,
cuando la vida traiciona,
y ves caer tu mundo a los pies,
cuando la vida se ríe,
y te humilla una y otra vez,
cuando la vida te roba
y ves impotente lo cruel que es.
Cuando la vida te tiende una mano,
nunca la dejes caer, no desperdicies
oportunidades, nunca te dejes vencer.

sábado, 26 de abril de 2014

¿Para qué las palabras?

Si sabes que te amo,
cariño,
¿para qué usar palabras?
Si sabes que te amo,
mi vida,
para que pronunciarlo
con la garganta, ¿si mis ojos
por si solos ya hablan?

martes, 22 de abril de 2014

Un canto a la libertad.

El color blanco canta
sentimientos de libertad,
pero pocas personas oyen,
las voces de la paz.

Muchas veces me pregunto
si de verdad existirá,
o si, por el contrario, es
sólo una leyenda más.

Angustia, hambre,
desolación, hostilidad,
sentimientos que enferman
a la pobre humanidad.

Y la paz podría ser la gran
cura para esta enfermedad,
pero nosotros la enterramos bajo
cenizas que con el viento se van.

Ceguera intencionada,
no queremos ver más allá,
preferimos no ver nada,
preferimos simplemente ignorar.

Sólo espero que algún día
la leyenda se haga realidad,
y que la paz cubra el mundo
y con él a toda la humanidad.

Mientras tanto siempre
podré soñar, soñar con un
mundo más justo, mas humano,
con un mundo de verdad.

viernes, 18 de abril de 2014

No quiero calor.

Hoy está nublado
y la calle solitaria,
los pájaros no cantan,
el calor parece recuerdo
ya lejano y extraño.

Lejano y extraño
como eras tú,
que llegaste a mi vida
sin preguntar, de golpe
y sin llamar; sin poder
pedirte explicación
entraste en mi corazón,
sin decir ni una palabra
me desarmaste el alma
y te marchaste dejándome
sola y destrozada.

Pero eres cruel, mezquino,
no por aparecer sino por
tu huida sin sentido,
que te lo di todo, sin
recibir nada verdaderamente
a cambio, pues me jurabas
promesas que junto al
calor se marcharon.

Qué es el amor sino un
dolor oculto, como lo
describía Celestina bajo
la pluma de aquel escrito
tan culto; el amor es cruel
no por su llegada, sino
porque arrasa con los
corazones por donde
sus pasos siempre pasan.

Por eso me da miedo
salir esta vez de casa,
porque mi camino es
incertidumbre, y quiero
tranquilidad y paz
en mi pobre alma,
no más sufrimiento,
quiero un poco de calma,
quiero tenerte lejos,
quiero vivir sin tormento,
suplicio que es calmado
con el hielo del invierno.