Cumpliendo un sueño...

domingo, 5 de enero de 2014

Una mañana de reflexión

Qué caprichosa que es la vida ¿verdad? Algunos piensan que es la suerte, otros el destino, una coincidencia, o la decisión de un amargo camino. Las cosas pasan, y nosotros nos empeñamos en buscarles sentido, un motivo, algo a lo que culpar, un lugar donde llorar tranquilo. En ocasiones yo misma me pregunto si la vida es una continua prueba que nos hace sacar lo que llevamos dentro, si así es la única manera de conocernos a nosotros mismos, que tal vez viviendo, sea el único modo de seguir adelante, o si por el contrario, de sólo andar en círculos. Confusión, nostalgia, una sorpresa o un suspiro, sentimientos que te ponen el bello de punta, el placer de una leve caricia, la pasión de un beso correspondido.

Miedo frente a la diferencia, ¿por qué ser como aquellos que parecen sacados de una fabricación en serie? ¿Por qué seguir modas, comportamientos, estilos de vida? ¿Por qué aparentar? ¿Por qué no ser uno mismo? Es tan difícil la decisión... ¿seguir los deseos de los demás o los de ti mismo? Buscar la aceptación, vivir rodeado del mundo, pero a veces ser igual aburre, porque la diferencia es lo que nos hace libres, expresar nuestra persona, vivir sin nada que nos aflige.


Tengo claro que la perfección no existe, ¿y para qué decir que la perfección está en las imperfecciones de cada uno? ¿Tanto nos duele aceptar la imperfección? ¿Acaso la vida sería más interesante sin la superación? ¿Sin intentar ser mejor? ¿Subir cada día un pequeño escalón de esa escalera que llega a nuestro propio corazón? Yo no me considero alguien superficial, ni me dejo llevar por la gente, ni las modas, ni los programas a los que todos están enganchados, no soy chica de ciudad ni tampoco me llevo bien con toda la gente, y la verdad, tampoco lo pretendo, ¿para qué intentar ser alguien que ni yo misma comprendo?


sábado, 4 de enero de 2014

Por ti

Alma valiente que vives vagando
por calles estrechas,
por sueños truncados.

Tu alma ingenua no alcanza
el grado a conocer la razón por
la que sufres tan triste descuidado.

Solo sabes que vives bagando
por calles estrechas,
por sueños truncados.

Buscas un mundo donde poder
vivir a salvo, busca un lugar
donde poder ser al fin amado.

Mientras, corazón errante,
ensangrentado, tus pasos son los
minutos que tu alma lleva esperando.

El camino, tan desconocido,
no te da pista alguna sobre
cuál sera tu destino.

Solo sabes que vives bagando
por calles estrechas,
por sueños truncados.

Albergas la esperanza de sentir
aceptación en algún lado, y esperas
impaciente a que tu deseo sea escuchado.

En ocasiones te preguntas si hay alguien
realmente a tu lado, o si vagas solo,
desprotegido, por este mundo para ti desconfiado.

No estás solo, pues escribo estas
pobres lineas para todo aquel que por
el maltrecho camino errante camina.

Encontrarás tu lugar, pobre alma marchita,
que solo sabes que vives bagando

por calles estrechas bajo noches infinitas.

viernes, 3 de enero de 2014

Soñando

¿Dónde estarás?
¿Qué estarás haciendo?
Tal vez contemples
el oscuro cielo,
tallado de estrellas
en el gran misterio
que es el firmamento.

Quizás un libro estés
ahora mismo leyendo,
inmerso entre sus páginas,
bebiendo de todo aquello
que contenga dentro.

A lo mejor ahora duermes,
sumido en un profundo sueño,
colmado de seres extraños
que pueblan tus peores
pesadillas o tus mejores sueños.

O tal vez estés pensando
en que ahí fuera hay
alguien que te está esperando,
y te preguntas qué estará
haciendo ahora, y si como
tú también estará soñando.

Ojalá sueñes conmigo,
y algún día te encuentre,
que nuestros dos caminos
se hagan el mismo,
y saber por fin quién eres.

Quién serás y que
estarás haciendo.
Me pregunto si serás
mi mayor regalo,
o mi peor tormento.
Pero ya se verá,
sólo hay que darle
tiempo al tiempo,
pues la vida es fugaz
y se pasa como un soplo
de aire que se te escapa

de entre los finos dedos.

jueves, 2 de enero de 2014

Junto al balcón

Ya no hay palabras,
espacios de silencio
pueblan las largas
horas que juntos
pasamos las noches
de plena oscuridad.

La luna tímida asoma
por un fino resquicio
de la ventana,
nos observa mudos,
con las palabras atragantadas
ver las horas pasar.

¿Qué nos ha pasado?
Te preguntas cada noche
después de nuestro
escueto y solitario adiós.
¿Qué nos ha pasado?
Eso mismo me pregunto yo.

La distancia que nos separa
no es más que una
gruesa pared etérea
fruto de nuestro
deshilachado amor.
¿Qué nos ha pasado?
Eso mismo me pregunto yo.

Un suave soplo
apagó la vela del amor,
ya no hay nada entre nosotros,
no más que un oscuro
vacío que ambos alimentamos

cada noche junto al balcón.

miércoles, 1 de enero de 2014

Deseos

Creo nunca haber sentido
tal cosa por alguien, y
cuando observo el fracaso
ni la lágrima acude para
simplemente acompañarme.

Deseos vanos porque
algún día me hables,
que de esa boca al menos
una palabra escape,
que al menos sienta que,
aunque sea poco,
mi existencia te importe,
y sin embargo vago
con la incertidumbre
por un mundo que se rompe.

Que se rompe por ti,
que aún así no te culpo
de tus actos...
Al ser insignificante,
pequeña, como normal
soy, normal vago,
como estrella errante
que viaja en soledad,
a la espera de que algún día 
te acuerdes de mi nombre
simplemente pronunciar.

Que con una sonrisa me
mires un segundo al pasar,
y me harás la persona más
feliz que ha poblado y
poblará el mundo jamás.

Malditos complejos que
me atormentan sin cesar.
No me dejan actuar,
en este mundo donde sólo
el valiente de conseguir
lo que quiere es capaz.
Baja autoestima, rechazo
a tu personalidad, tormentos
de mi persona, todos ellos
me acompañan por el viaje
que la vida nos da.

Y tú podrías ser un poco de
cura para mi pobre enfermedad,
pero la guardas bajo llave,
me vetas su alcance,
y sin saberlo mi impides
el avance, el caminar.

Pero no te culpo, pues
la vida así es, unas
veces se gana, otras se
pierde, y contigo perdí
incluso antes de comenzar,
en el momento en el que
mis ojos se posaron en ti,
y tú con tu dulce ingenuidad
te alejaste, sin saber que dejabas
a alguien de cuyo corazón 
junto a ti te llevaste.